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Los institutos quieren trasladar los exámenes de recuperación a junio Los directores basan la medida en que más de la mitad de los 76.000 alumnos de ESO de la provincia arrastra suspensos y complican el inicio de curso . ...La propuesta de los directores dejaría la última semana de junio para examinar a todos los que tengan algún suspenso en los cuatro cursos de ESO y las dos semanas anteriores del mismo mes para repasar las materias con los estudiantes para mejorar su nivel. "Evitaríamos trabajar todo el primer mes del curso con listas paralelas de matrícula porque de otra forma no podemos crear los grupos definitivos cuando arranca el curso". Se refieren a la situación actual que les obliga en menos de una semana a corregir los exámenes de recuperación, matricular y reorganizar todos los grupos en el instituto. "Septiembre quedaría exclusivamente para las recuperaciones de Bachillerato que pueden ir a selectividad", concluye Laura Oliva.

COMENTARIO:

Alargar el curso escolar hasta finales de junio, por un problema burocrático, creado por iniciar el curso cada día más pronto, es un absurdo en toda regla. Los directores tienen que volver a ser nombrados por los Consejos escolares de los Centros, seguro que entonces no se les ocurre sumarse a la carrera de despropósitos a la que nos aboca esta administración.
En otras Comunidades, Castilla la Mancha, Cataluña o Extremadura, por ejemplo, hay clases de repaso durante el curso, fuera del horario lectivo, y en alguna se hacen los exámenes de septiembre en junio para la ESO, sin alterar el calendario escolar. Las primeras semanas de junio se dedican a repaso para los alumnos que han suspendido, y el curso acaba cuando tiene que acabar. Estas medidas se han llevado a cabo puesto que las correspondientes administraciones autonómicas han puesto la financiación necesaria y se han llegado a acuerdos con la comunidad educativa.
Los cambios promovidos por "un indeterminado grupo de directores" para alargar el curso, que esgrimen escusas pedagógica, para resolver un problema burocrático, gravado por la falta de personal administrativos en los Centros, no hace si no volver a plantear por otra vía la ocurrencia de Font de Mora de llevar adelante su Plan Éxit, clases de repaso sin financiación y sin acuerdo con los representantes del profesorado, plan, que pese a su nombre, hasta la fecha sólo ha demostrado su más rotundo fracaso.